El herpes presenta algunos síntomas muy característicos, que los hace relativamente fácil de identificar. El de extrema importancia prestar particular atención a estos síntomas ya que cuanto antes se los detecte, mayores serán las posibilidades de neutralizar el herpes.
Los síntomas más identificables son picazón, hormigueo y quemazón en una zona específica. En el herpes de Tipo 1, estos síntomas suelen aparecer en la zona de la boca o de la nariz mientras que en el herpes de Tipo 2, estos síntomas aparecen en el área genital o anal.
Dentro de los síntomas del herpes genital incluyen dolor en las nalgas, piernas, en el área genital, sensación de presión en el área abdominal, y descarga de fluido vaginal. También puede experimentar dolor al orinar, descarga vaginal, inflamación en los ganglios de la ingle, jaquecas, fiebre y dolores musculares.
Otros síntomas se ubican en el tracto urinario tanto de hombres como de mujeres. En principio parecen ser pequeños bultos rojos; luego se convierten en lesiones abiertas y muy dolorosas.
Los síntomas de herpes genital suelen durar entre 2 a 10 días. Es por ello que es de vital importancia poder detectarlos cuanto antes. Sensación de cosquilleo, quemazón o llagas que aparecen en el área afectada.
Antes de la aparición de las ampollas, el individuo infectado experimenta un aumento de sensibilidad, quemazón o dolor en la piel, en el lugar en el cual éstas aparecerán. La piel se enrojece y se llena de múltiples vesículas pequeñas, enrojecidas y llenas de un fluido de color amarillento claro. Las ampollas se rompen dejando llagas dolorosas que, eventualmente, forman una costra y sanan en un periodo de 7 a 14 días. El brote puede estar acompañado de malestar y engrosamiento de los nódulos de la zona inguinal.
La duración de las llagas varía de 2 a 5 días en las ampollas recurrentes, mientras que las erupciones iniciales pueden durar hasta 14 días.